LA PICADURA DE MEDUSA

NessSecrets te aconseja cómo actuar
ante la molesta picadura de una medusa

Las medusas son
criaturas marinas que tienen un cuerpo casi transparente con estructuras parecidas
a dedos llamados tentáculos. Las células urticantes que se encuentran dentro de
los tentáculos pueden causar daño si se entra en contacto con ellas. Algunas
picaduras pueden ocasionar una lesión grave.

En verano son muy comunes las picaduras de medusa y el
motivo de su proliferación en ambientes cálidos como el Mediterráneo es debido
a circunstancias ambientales como la escases de lluvias. La toxicidad de la
picadura varía según la especie, son dolorosas y con una sensación de ardor,
pero pasajeras. Éstas  se producen sólo
cuando la medusa detecta un cambio de temperatura y activa sus células
urticantes ante la posibilidad de que se trate de una presa. El protector solar
es un buen aislante que aunque no evita las picaduras actúa como película
protectora que reduce el número de células urticantes y con ello las molestias.

Actuar ante estas picaduras es sencillo: lavar la zona afectada
con agua salada para evitar que se extienda la lesión, aplicar compresas frías
para el dolor y el picor, evitar rascarse y frotarse el área con toallas u
otras piezas de ropa. Si existe algún tentáculo clavado se aconseja sacarlo
usando guantes y se puede utilizar vinagre para ayudar a que se desprenda de la
piel. Está contraindicado el uso de orina y arena  para frotar o cubrir la herida ya que con
esto se extenderá mucho más la erupción cutánea. Para evitar la infección de la
piel se debe aplicar sobre la misma un antiséptico 3 ó 4 veces al día durante
48-72 horas. La lesión no dura más de tres días y el dolor intenso entre 30 y
60 minutos, aunque puede llegar a las 6 ó 7 horas según el caso. Cuanto antes
se tomen las medidas necesarias será mejor, pero si las molestias continúan o
generan temblores, náuseas, mareos o un dolor intenso se deberá acudir al
médico.

Por Inés Sosa

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