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CRÓNICA MUSICAL DE LA SEMANA DEL 11 AL 17 DE ABRIL
Esta semana sorpresivamente he conseguido dormir cada día. Todas las mañanas salgo a comprobar que el paisaje de nuestro nuevo enclave no ha sido cambiado y que mi diario sigue colgado del balcón mientras sus alas crecen… Creo que en breve saldrá por su cuenta a alimentarse de notas, se le indigesta la clave de Fa, lo tenemos comprobado, pero seguro que un cambio de aires y un par de vuelos rasantes entre concierto y concierto permitirán que sus alas recién paridas sigan brillantes y se agiten con autoridad.
De momento la noche del viernes ha decidido, ¡por fin!, salir de casa y volar a mi lado hacia San José. Las dosis informativas que le di sobre el Sant Pepe Rock le fascinaron y quiere comprobar por su cuenta cómo resuena la música por esos lugares. En el Racó Verd toca Muriel Grossman y allí estaremos.
Después Pilar la del Itaka, escuchadora profesional, intérprete de un repertorio interminable como cantante y guitarrista le prometió un cantito en la barandilla del piso superior de su bar, así que mi diario y yo no faltaremos a la cita. Javier Ortega pondrá voz, instrumentos y bromas (no olvidemos su faceta de reconocido monologuista y actor) y Luís García terminará de completar el elenco de lujo. Itaka tiene “la magia”, una noche cualquiera puede ser una aventura entre cuatro paredes, por eso desde el viernes ya vamos a coger sitio.
El sábado por la tarde nos espera una jornada maratoniana. Música de siglos pasados envolverán las alas de mi diario y mi cuerpo aún pálido esperando la llegada del sol del verano. Música de cámara en la iglesia de San Rafael a cargo del 2000 Ensemble, cuarteto vinculado al Patronato de Música; y música en directo acompañando a una película de cine mudo, esta vez en Can Ventosa. Con un largo de Buster Keaton se pretende recrear la atmósfera del cine mudo donde la música en directo era una parte esencial. Latin, swing, be bop, ragtime a cargo del December Quintet. Llevaré mi bombín y una flor en el ojal de mi traje para no desentonar.
Un domingo contemporaneizado me llevará en un vuelo a Santa Eulalia. Nati actúa en el Guaraná. La potente voz de esta artista al frente de la NatBand dejará mi campo energético limpio y preparado para que descansemos tranquilos con el ruido del mar a lo lejos.
Lunes por la noche, mi diario y yo queremos retrasar el camino del sueño y el Pereyra nos ayudará a lograrlo. Sólo por escuchar la voz de Allan Christie cantando su versión de “Nascente” vale la pena trasnochar. Así que os podéis imaginar cómo será el resto del repertorio. Los músicos ya los conocemos: Allan Christie (voz y bajo y guitarra y piano…en fin), Vitorio Cabalcante (batería) y Rafa Garcés (saxo y piano). Por las calles medio dormidas volveré a casa, y de nuevo el mar me acompañará en el peregrinaje al nuevo enclave lejano de nuestro nuevo territorio conquistado para vivir.
Martes, no resistiré al trío del Pereyra. Sorpresivo este teatro que siempre atrae a la gente más variopinta en la noche más inesperada. Pilar la del Itaka a caballo constante entre el escenario y la barra nos aguarda. Así que tendremos el honor de visitarla y escucharla. Un poema de la que realiza humildemente esta crítica semanal preside la entrada del bar, avergonzada por estar colocada al lado de Kavafis… y muy honrada también.
El miércoles me voy a ver al querido pianista Víctor Gressely que actúa en el Ke Café en Ibiza ciudad. Me sentará tan bien la cena que después de escuchar las notas finales del Pereyra volaremos mi diario y yo a dormir para que el jueves la salsa del Pereyra nos agite los sentidos y nos haga mover los pies y las caderas. No todo va a ser alimento del espíritu…
