La uva mejora la salud cerebral,
previene lesiones arteriales y es anticancerígena. Entre los nutrientes que
aporta se destacan los azúcares y las vitaminas.

Desde el punto de vista dietético es una de las frutas más energéticas y
útiles, ya que representa un combustible directo para el cerebro, el cual
emplea la glucosa en muchas de sus funciones. La uva posee potasio, que
controla el equilibrio de los líquidos en el organismo y sus niveles de sodio.
Tiene cantidades considerables de vitaminas B y E por lo que son antioxidantes
naturales e intervienen en el metabolismo de las grasas y los hidratos de
carbono, ayuda a desintoxicar el cuerpo y a sanarse de un gran número de
padecimientos. Este fruto es indiscutiblemente uno de los alimentos con más
propiedades curativas y altamente eficaces, muy adecuado para niños y ancianos,
dada la rápida asimilación de los azúcares y su fácil aprovechamiento.

Unos de los componentes de la uva y el vino es el denominado resveratrol.
Tiene varias características biológicas importantes. Es antiinflamatorio y
tiene efectos sobre el metabolismo de los lípidos. Protege al corazón al
reducir el nivel de colesterol y además inhibe la agregación de las plaquetas
en la sangre. Con ello la sangre es menos espesa y se evita la formación de los
coágulos sanguíneos que desencadenan los infartos cardíacos y cerebrales.

Por Inés Sosa

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