LA FOCA MONJE SE PROTEGE

Diferentes organismos nacionales e internacionales aúnan esfuerzos para proteger a las focas monje (Monachus monachus) y promover su pronta recuperación. Así,  Los gobiernos de España, Portugal, Mauritania y Marruecos han firmado un “memorando de entendimiento” para proteger a la foca monje mediterránea amenazada de extinción. Esta foca ha sido objeto de atención desde 1986 del denominado “Plan de Acción Mediterráneo” del Programa Mundial de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El Govern balear ha iniciado también un plan de protección para preservar el hábitat de la foca monje. El conseller de Medio ambiente, Miguel Ángel Grimalt, indicó que sería posible la reintroducción de esta especie en lugares como el Parque Natural de Cabrera y apuntó que el hecho de que ésta se produzca en la Comunidad cuenta con el beneplácito de los pescadores.

 

En cuanto a los recientes avistamientos en aguas baleares, El conseller Grimalt insistió en que se trata de una especie protegida en grave riesgo de extinción por lo que recalcó que está prohibido acercarse a más de cien metros del animal así como molestarlo. De la misma manera, desaconsejó frecuentar las cuevas en el tramo de costa donde se ha detectado la presencia del animal.

 

Por otra parte, Grimalt hizo hincapié en que la existencia de esta foca monje en las costas baleares es un "indicador de la calidad de nuestro litoral" y apuntó la posibilidad de que esto sea "positivo para nuestra economía" debido a la importancia del turismo en las Islas.

 

Ibiza y Formentera cuentan con la Reserva Natural de Ses Salines, el mayor espacio marino protegido del mediterráneo español (mayor aún que el Parque Nacional de Cabrera) donde la foca monje era abundante y bien conocida. Es el único espacio natural de todo el Mar Mediterráneo incluido en la lista de Bienes Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. De hecho, la Foca Monje o foca mediterránea, vivió en aguas del Mediterráneo hasta la década de los años 60, momento en que fue extinguida a causa, principalmente, de la acción humana. La cantidad de focas monje mediterráneas ha sido gravemente afectada por fenómenos naturales y por actividades humanas, tales como la pesca y la contaminación. Actualmente viven en su hábitat natural sólo unos 500 ejemplares.




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