La
sandía también conocida como melón de agua, es uno de los frutos de mayor
tamaño y puede alcanzar hasta los 10 kilos de peso. Es un fruto rico en
antioxidantes. Su  consumo está relacionado
con un menor riesgo de padecer cáncer de próstata. También previene los ataques
al corazón y el cáncer de colon.

Las sandías son en mayor
parte agua, por lo que son muy eficaces contra la deshidratación. También
reducen la presión del calor en el cuerpo y pueden aliviar la fatiga.

Su consumo calma la sed y
favorece la eliminación de residuos tóxicos del organismo. Además posee propiedades depurativas y es recomendable
en personas con problemas renales o de las vías urinarias. La mayoría de las
sandías son ricas en vitaminas del complejo B, que son las responsables de la
producción de energía en el cuerpo.

Estos frutos son un
alimento ideal para personas que quieren perder peso debido a que son bajas en
sodio, sin grasas, ni colesterol y bajas en calorías. Los minerales como el
potasio y el magnesio de las sandías ayudan para el correcto funcionamiento de
la insulina, además de reducir  el azúcar
en la sangre por lo que es un fruto de gran utilidad para las personas
diabéticas. Las sandías se componen de una notable
cantidad de fibra, y de vitamina C, al igual que licopeno que mejora la
función cardíaca  y reduce el colesterol;
es rica en ácido fólico, que es muy importante para las mujeres embarazadas, ya
que contribuye el desarrollo de un bebé sano.

Por
Inés Sosa

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