A lo largo de la exposición, en que se recorren 20 paneles. La actividad tiene una duración de dos horas y lo que se intenta es promover una reflexión colectiva para impulsar un debate entre los jóvenes.

El recorrido de la exposición esta dividido en cinco bloques: 

Imágenes adultas: el bloque trata de destacar la imagen que la sociedad maneja del binomio jóvenes-drogas, que es, en buena medida, una imagen adulta, creada y transmitida por los medios de comunicación.
Datos reales: Con este bloque se intenta modificar la percepción que los jóvenes tienen del consumo de drogas que piensan que es una conducta extendida cuando en realidad no lo está. 

¿Hablamos de riesgos?: Con el tercer bloque se persigue destacar los riesgos del abuso de drogas que pueden resultar más impactantes.

¿Por qué lo harán?: Se plantea una reflexión sobre los motivos por los que algunos jóvenes se interesan por las drogas.

¿Y si no qué?: El ’último bloque propone invitar a los jóvenes a convertirse en artífice de su propio estilo de vida, adoptando una actitud activa y responsable hacia ellos mismos.

La primera parte de la muestra se dedica a hacer un recorrido por la exposición y la segunda es una hora de reflexión en la que los alumnos se encargarán de hacer alguna actividad relacionada con los hábitos saludables. Ambas actividades cuentan con la presencia de un técnico en drogodependencias que desarrolla las sesiones.