EXPOSICIÓN DE DIBUJOS HASTA EL 25 DE ENERO
LLOC: CLUB DIARIO DE IBIZA
EKA. Un boceto de su vida…

Él es un hombre fino, seductor… lleva sus cabellos largos, elige el color negro para vestir y un sombrero a la altura de sus pensamientos. Un cigarrillo tras otro lo acompañan mientras sobre la barra de un bar, la mesa de un café o la mesa de trabajo de su habitación va dibujando in situ “la vida”.

Como música de fondo aparecen en sus recuerdos la voz quebrada de Edith Piaff y los versos y las sátiras de sus amigos Jacques Brell, Georges Brassens… y en medio de tanta poesía, desnuda la Magdalena de Joaquín Sabina y en picado las utopías del Quijote…
La vida y el trabajo artístico de Eka van más allá de lo que nosotros podemos ver “in situ”, por eso, tal vez, él mismo junto con sus dos grandes amigos Mariano Torres y Manel Marí (comisarios de la exposición), han preparado esta retrospectiva, ahora que ha llegado a los 70 años y quiere personalmente exponer su trabajo.

“La responsabilidad de un artista es aprender a mirar más allá del horizonte…”, “el artista de vocación es renovador, un rebelde, abre la boca para hablar su idioma particular y más universal, está siempre en la brecha por ver lo que los demás no ven…”

Recuerda que de niño no pudo completar sus estudios  porque su padre tuvo que ir a la guerra: “sin Franco ni Stalin mi vida habría sido diferente”. Pero cuando pudo, estudió por su cuenta y se presentó a exámenes y logró aprobar tres años de estudio juntos consiguiendo así ser alumno del primer curso de marketing y publicidad en Bélgica, cuando en ese entonces apenas era conocida esa carrera. Luego pasaría a ser catedrático en la misma escuela.

Pintor, publicista, poeta, escritor… nos dice que vivió a un ritmo acelerado de trabajo impuesto por él mismo, por su familia y su profesión que exigían de él una inagotable y permanente dosis de creatividad e ingenio, no solo para sobrevivir, sino para vivir creando y participando activamente en la sociedad.

Con orgullo cuenta que en Bélgica llegó a tener dos agencias de publicidad, varias tiendas de decoración, que llegó a fundar un sindicato y que en Avignon fue director del Diario El Provenzal, fundador-animador del Diario del Festival de Teatro de esta misma ciudad en la que diariamente se representaban 375 obras de teatro y la edición del periódico debía cerrarse con 32 páginas también cada día.

Es interesante escuchar la historia de los cupones que se inventó para que el público asistiera al teatro.

Sus primeros dibujos le aparecen a la edad de 50 años, lo sorprenden en una semana de amnesia total en la que no sabe cómo, ni cuando salió de su casa y recorrió más de mil kilómetros hasta el centro de la plaza de Avignon en donde al despertar, se encontró a sí mismo como un pintor de la calle, dibujando…