Otro consejo de NessSecrets…

Con una pulpa sabrosa, jugosa y refrescante, la cereza es
uno de los frutos que tuvo su origen en Asia Menor. Pertenece a la  familia de frutas de hueso grande y pulpa
carnosa, como el melocotón y la ciruela.

La cereza es una fruta
con unos excelentes aportes nutricionales y numerosas propiedades para la
salud. Un puñado de cerezas tan sólo posee 87 calorías además de carbohidratos,
proteínas y fibras. Son denominadas “súper
frutas” por los grandes beneficios que aportan. Contienen en su composición
antioxidantes tales como antocianina y melatonina que ayudan en la reducción de
enfermedades cardiacas y cáncer. Regula 
también el ritmo cardiaco y los ciclos de sueño del cuerpo.

Estas frutas son una
excelente fuente de beta caroteno, 
conteniendo hasta 19 veces más vitamina A que los arándanos y las
fresas. Además  son ricas en vitamina C,
E, potasio, magnesio, hierro y ácido fólico.

Se las conoce como el alimento del cerebro ya que ayuda a la
prevención de la pérdida de la memoria. Favorecen  la circulación intestinal y la eliminación de
líquidos, lo que asegura el drenaje del sistema urinario y digestivo. Por la
misma razón previenen la formación de cálculos renales y biliares. Pueden reducir
la inflamación, los síntomas de la artritis y el riesgo de diabetes. El consumo
diario ayuda a disminuir los niveles de acido úrico en la sangre lo que puede
evitar la gota. Debido a sus poderosos beneficios anti-inflamatorios, las
cerezas actúan como analgésicos
y  pueden limitar el dolor de tendones y músculos
que sufren por sobrecarga los atletas después de los entrenamientos.

Por Inés Sosa

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