Otoño, tiempo de lluvia y el arte está que arde, aunque a muchos les parezca exagerada esta comparación. A nosotros nos parece que Ibiza no desearía curarse de las resacas del verano, sino más bien tomarse una cañita bien fría y continuar con la marcha, pero con otro ritmo…

Mientras la mayoría saltó y brincó en verano como si se fuese a acabar el mundo, otros en cambio, pacientemente han aguardado el momento en que el sol decline para abrir el telón de par en par y no necesitar del calor del verano para subir la temperatura al cuerpo y las emociones.

Otoño en Ibiza es teatro, danza, música, poesía, cuentos, lecturas… exposiciones… fiestas de puertas hacia adentro… con la música más suave, más íntima… es trabajo creativo en casa, frente al mar o en el interior de los campos.

En todos los pueblos de Ibiza hay como remolinos de agua removiendo la tierra, como si hubiesen salido todos juntos a recoger setas, no alucinéis, es solo una comparación: recoger setas y al mismo tiempo dejar que por las esporas de la cesta de mimbre caigan las semillas a tierra para volver a nacer.

Recoger y sembrar al mismo tiempo. Todas las artes están brotando y echando semillas, en cada pueblo crecen como raíces de olivo… como  enredaderas que sostienen los sueños y las utopías  de todos… 

Así está Ibiza ahora, (para los que se han ido huyendo del frío), los músicos se juntan con los clowns, los niños quieren ser acróbatas, los poetas caminan al filo de la luna, los pintores se salen de los cuadros para pintar escenografías surrealistas y mágicas que son bien compartidas con actores, y músicos…  todas las artes se enamoran entre si… no hace falta calefacción artificial pues hay leña en la chimenea y un buen café caleta para la inspiración.

Nosotros también nos estamos tomando nuestro tiempo para perdernos en Ibiza con arte para conocerla mejor y seguir descubriendo “a poc a poc” sus secretos.

+ INFO: www.ibiza-secrets.com