CHRIS REA: TAKE ME TO THE PLACE THAT I KNOW

Caracola con forma de Formentera, de Gabriel Torres Chalk
Hay despedidas que llegan como un portazo y otras como una puerta que se entorna despacio, dejando pasar un frío que no sabías que estaba ahí. La de Chris Rea ha caído en pleno calendario de luces y villancicos, cuando Europa vuelve a tararear Driving Home for Christmas, ese tema que cada diciembre reaparece como un coche familiar en la niebla.



El inconfundible olor a salsa de nadal, el bescuit, las luces titilantes en las calles, el frío húmedo del invierno y las chimeneas encendidas… mucho más que una fecha en el calendario: es un ritual colectivo que nos recuerda la importancia de la familia, la solidaridad y la esperanza. Las mesas se llenan de recetas heredadas, los villancicos se convierten en banda sonora y los regalos simbolizan afecto. Sin embargo, detrás de esta postal entrañable se esconde un desafío que no podemos ignorar: el impacto ambiental de nuestras celebraciones.



Las noticias más recientes acerca del mercado mundial de gas natural han llevado a la Comisión Europea a elaborar un plan en previsión de un corte del suministro ruso de esta materia prima. En principio, estas medidas exigirían a cada país miembro un ahorro del 15% en su consumo. Sin embargo, la deficiente interconexión eléctrica de España con el resto de la UE ha provocado que este recorte sea del 7% para los países ibéricos.